Hacia tiempo que no me lo pasaba tan bien viendo una película de samuraís, no se el por que, pero el cine de aventuras japones en los últimos tiempos deja mucho que desear para mi gusto con títulos como Azumi (1 y 2), Zatoichi, que prometía algo más que sangre digital, Shinobi, la cual es ya demasiado "especial", todo ello debido a un intento de llevar el manga a la imagen real de la gran pantalla, pero afortunadamente cuando un director como Takashi Miike decide hacer un film contando una historia dura, aparece algo como el mejor cine de Kurosawa.
La historia nos cuenta como el imparable ascenso al poder del hermanastro del Shogun al consejo del mismo, hará que el pais se hunda en una nueva época oscura.
Tras años de paz, donde los sumarais son más ceremoniales que otra cosa, el futuro nuevo consejero aplica a sus sádicos placeres cualquier tortura de sangre que se le ocurre, razón por la cual, el juez de la ley del Shogun, decide tomar por su mano el castigo imperial pero de una forma un tanto poco convencional, reclutando a un viejo samurai para que este adiestre a un grupo de hombres y asesinen al futuro funcionario antes de que llegue a las tierras de su clan.
El destino quiere que el general al cargo de la protección del hermanastro del Shogun sea un antiguo amigo y competidor del que será el asesino. De este modo comienza un juego de estrategia entre los dos que culmina, debido a los hechos realizados por el villano de la historia, en un combate brutal de 200 hombres contra trece en una aldea maderera, en uno de los combates multitudinarios mejor rodados que he visto en mucho tiempo. Trece hombres adiestrados para matar contra doscientos samurais de rituales, sangre, acción y lo que se puede denominar 100% cine de samuraís.
Tan solo cabe destacar que al final uno de los hombres que se suponen muertos o malheridos aparece en pantalla como si nada, y la gran explosión de sangre totalmente descompensada en un metraje donde prima la dureza y la "realidad" frente la fantasía.
Sin duda en el sofá de mi dormitorio mientras la veía disfrutaba, es más en ocasiones la violencia de las luchas y las escenas (no se puede olvidar la joven muchacha anónima de los primeros minutos), pueden llegar a herir el alma, o al menos ano dejarla indiferente.
En el apartado técnico, los combates son realmente brutales y coreografiados, con unas técnicas de combate realmente trabajadas, e incluso con un cazador que llega a recordar vagamente a Kirkuchio de Los siete samurais.
Por todo ello ha sido nominada y conseguido varios premios:
2010: Festival de Sitges: Mejor diseño de producción, Premio del público 2010: Festival de Venecia: Nominada al León de Oro (mejor película) 2010: Academia de cine japonés: 4 premios técnicos. 10 nom., incluyendo mejor película 2010: Asian Film Awards: Mejor diseñador de producción. 5 nom., incluyendo mejor director 2011: Satellite Awards: Nominada a Mejor película de habla no inglesa (Fuente filmaffiniti) |
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